miércoles, 6 de junio de 2018

El “cansancio cognitivo” de mirar TV

Podríamos entrar en el libro Guinness de los records. Todos los días inventamos una polémica nueva. A diez días del inicio del Mundial, como estamos un poco aburridos porque la pelota no rueda, nos entretenemos poniéndole énfasis, ahínco y efusividad a cualquier tema: puede ser una foto de un futbolista posando en un jacuzzi con su mujer, el día de descanso que otorgó el entrenador o el encuentro frustrado con el papa Francisco. Cuando leas estas líneas tendremos habremos inventado uno nuevo. 

No es en vano la proliferación de programas en el que a los gritos, los panelistas se tiran a la cara sus peores miserias, la cuestión es discutir porque vende, no importa de qué ni con qué argumentos. A nadie le alcanza con que el cuerpo técnico haya comunicado que los futbolistas tendrían día libre para evitar sobrecargas en los entrenamientos. A pocos se les ocurrió preguntarle a algún especialista si era necesario o no un día de descanso. Antes que eso, es mejor gritar que “con lo que cobran no pueden irse de joda”, que “tendrían que quedarse encerrados mirando videos de los rivales”.

Ni siquiera cuando esos pocos que preguntaron obtuvieron las respuestas de los especialistas se acalló la discusión porque nadie escucha ni lee lo que no tiene ganas de escuchar ni leer: “Hay un cuerpo técnico compuesto por médicos, por psicólogos, por preparadores físicos, además del técnico. Esas decisiones no se toman porque sí. No hay nadie más interesado que el cuerpo técnico y los jugadores en que les vaya bien. ¿Por qué pondrían en riesgo todo eso si no fuera una decisión consensuada, meditada y necesaria?“, dijo Fernando Signorini, ex preparador físico de la selección argentina y particularmente de Diego Maradona y Lionel Messi.

“Se dicen demasiadas cosas con mucha irrespetuosidad. Para ellos si la cosa no va bien, aunque haya sido una buena decisión, habrá estado mal. Y si la historia termina bien nos olvidaremos el episodio. Así es muy fácil siempre tener razón”, señaló Signorini. Y agregó: “Esas decisiones las tienen que tomar los que evalúan, los que están encima de los jugadores. Eso sí, no se debe dejar librado a la decisión de los futbolistas, es el cuerpo técnico el que marca las reglas. Todo entrenamiento consta de dos partes: una es el esfuerzo y la otra es el descanso. Eso es lo natural. Tienen que privilegiar el descanso”.

Por su parte, el psicólogo del club Rosario Central, Marcelo Roffe, quien trabajó en dos mundiales con José Néstor Pekerman, con Argentina en 2006 y con la selección Colombia en 2014, también se pronunció en ese sentido: “Estoy a favor tomando precauciones, por supuesto. El fútbol de alto rendimiento te seca, como dijo un futbolista en mi consultorio hace poco. Te quema la cabeza”, expresó el analista.

El periodista venezolano Ignacio Benedetti describió de este modo la importancia de tener la cabeza lo menos abrumada posible: “El fútbol es un juego que en apariencia se juega con los pies pero realmente el mayor desgaste se produce en el cerebro. Como cualquier actividad, el fútbol requiere una constante toma de decisiones y eso produce un cansancio: una fatiga cognitiva. El cerebro necesita descanso de la misma manera que las piernas, los brazos o los pies. De lo contrario su actividad se verá influida negativamente por esta fatiga y costará aún más tomar las mejores decisiones”, escribió Benedetti. Y se pregunta: “¿Qué ayuda a que esta fatiga cognitiva vaya en aumento?: la complejidad de la tarea, las emociones, el entorno, el contexto, etc. –se contesta–. Pero para este caso imaginemos que nos toca correr 50 metros. Seguramente, la mayoría de nosotros lo haría sin dificultad. Ahora, imaginemos hacer ese mismo recorrido llevando una bandeja con copas de cristal. Tras varios intentos, muchos podrán perfeccionar su andar. Por último, sumemos a ese recorrido la intervención de rivales que deseen interrumpir el camino. En fin, a medida que sea más compleja la tarea, mayor será el desgaste cognitivo”.

Dani Fernández, entrenador español, escribió en la web martiperarnau.com: “Los días posteriores o anteriores a la competición no se usan tareas muy complejas o nuevas, evitando así que el jugador llegue cansado emocionalmente o cognitivamente a la competición”, con lo que en el caso del seleccionado nacional bien puede adaptarse este concepto no solo a la cercanía con la competencia más esperada sino también pensando el episodio que antecede a esta concentración: muchos de esos futbolistas llegan con 60 partidos de alta exigencia en la temporada.

En el mismo sentido, José Mourinho, técnico señalado por su obsesión por el triunfo si los hay, dice: “Es importante, a medida que nos aproximamos al día del partido, que el entrenamiento vaya disminuyendo en términos de densidad en lo que se dice, por ejemplo, a las exigencias de concentración. La fatiga del sistema nervioso central es decisiva y, cuanto más nos aproximamos a la competición, menos debemos buscar ejercicios exigentes a ese nivel”.

Alguien que ha escrito, disertado y enseñado a profesores, entrenadores y deportistas sobre la “Estructura Cognitiva” es Francisco Seirul, mano derecha de Pep Guardiola durante la época dorada del Barcelona. Hoy sigue paso a paso en el predio del Barça, donde entrena la selección Argentina, los movimientos del futbolista estrella de la institución catalana. Tal vez nadie más que él sepa que necesita –y que no– Messi y sus compañeros.

Pero seguramente es más lógico, sentados en un panel de TV, a miles de kilómetros de distancia del sitio del entrenamiento, sin haber visto más que movimientos editados en un monitor y sin haber intercambiado dos palabras en toda nuestra vida con el PF del seleccionado, mandar a los jugadores a mirar videos y encerrarse a pensar en el Mundial, mientras planificamos cuál será la polémica que instalaremos mañana para lograr medio punto más de rating, tres clics más que de costumbre en la web y cuatro nuevos seguidores en Twitter.

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