miércoles, 11 de julio de 2018

Queríamos tanto a Sampaoli


"En aquel entonces era difícil saberlo", inicia el cuento Queremos tanto a Glenda, de Julio Cortázar. Una suerte de cofradía de adoradores se reunía con metódica obsesión para admirar a Glenda Garson (en presumible referencia a la actriz inglesa Glenda Jackson). Esa admiración no tenía límites para el núcleo cerrado y celoso de integrantes del club.

Nosotros también queríamos tanto a Sampaoli. No con esa devoción pero al menos había algo de admiración en su tarea. Su arribo al sitio más alto al que podía aspirar, llegando desde dónde llegó, lo dotaban de halo particular. ¿Qué le pasó? ¿O que nos pasó a nosotros? ¿O nos pasó a los dos? Ya no nos acordamos pero había consenso casi absoluto (salvo Bilardo o Borghi) sobre su arribo. Hasta el propio Diego Maradona, después crítico del casildense, se subía a la ola sampaolista. Durante la semana del 11 de febrero de 2017, Maradona declaró en diálogo con Radio La Red: "Simeone sería el mejor técnico hoy en día, pero lo condena el último puesto con River. Hoy Sampaoli me parece que es el mejor director técnico del momento".

miércoles, 27 de junio de 2018

Messi y su Troya

Si le hiciste bullying a tu compañerito de banco todo el año, el día del examen es posible que las condiciones no estén dadas como para que él te sople la respuesta que te falta. Pero por ahí, después de haberlo hostigado, de haberlo flagelado, de haberlo pateado en el piso, el tipo, desde el suelo, se da vuelta, te mira y te dice: “La respuesta es: Aquiles, el de los pies ligeros”.

Aquiles era un semidiós griego. La Guerra de Troya es bien conocida, aunque más lo es el caballo. Aquiles era el mejor de los guerreros que buscaban ingresar a Troya para, entre otras cosas, rescatar a Helena. La Ilíada, el poema que narra la batalla en Troya, inicia con el retiro de Aquiles del ejército griego producto de una ofensa de su rey Agamenón, que sabía que sin Aquiles no podía ganar la guerra. Aquiles es Messi, el de los pies ligeros.

miércoles, 6 de junio de 2018

El “cansancio cognitivo” de mirar TV

Podríamos entrar en el libro Guinness de los records. Todos los días inventamos una polémica nueva. A diez días del inicio del Mundial, como estamos un poco aburridos porque la pelota no rueda, nos entretenemos poniéndole énfasis, ahínco y efusividad a cualquier tema: puede ser una foto de un futbolista posando en un jacuzzi con su mujer, el día de descanso que otorgó el entrenador o el encuentro frustrado con el papa Francisco. Cuando leas estas líneas tendremos habremos inventado uno nuevo. 

miércoles, 7 de marzo de 2018

Ya nadie lee a Joyce



Los libros hablan de sí mismos. De otros. Los mencionan sin hacerlo. Los sugieren. Los connotan. Los linkean. La tele también habla de sí misma, pero mal. Habla en primera persona, a los gritos, exhibe su ego. Ofende con su exhibicionismo. En cambio, la radio habla de la tele y aburre. La salvan sus especímenes disruptivos. Los desobedientes. Los que hablan de cualquier cosa menos de la tele, tampoco de libros porque esos aburren más. Los que leen con tono académico y pomposo para parecer intelectuales. Una cosa es desear leer a Joyce y otra es desear haberlo leído. Y alardear.