Por
primera vez en el torneo ganaron River, Boca, Independiente y Racing. Sin
embargo, el vencedor de la jornada fue Rosario Central al dejar en el camino a
su archirrival. Las ventajas entre los de arriba se mantienen pero el
Millonario sigue siendo el gran candidato.
Alejandro
Mangiaterra| Cruz
del Sur
La duodécima fecha estuvo marcada por una
particularidad poco habitual en las jornadas anteriores: ganaron todos los de
arriba. Además de contar con el duelo clásico en Rosario, partido sobresaliente
por sobre el resto –incluyendo la participación de los candidatos–, ofreció actuaciones destacables de River, Boca, Independiente y
Racing, triunfadores todos juntos por primera vez en el torneo.
Antes se había dado la particularidad, en
varias oportunidades, de que tres de los cuatro grandes se habían impuesto. Sin
embargo, siempre hubo uno que no estuvo a la altura. En la jornada anterior el
que faltó a la cita fue Independiente por su empate ante Defensa y Justicia,
así como lo había hecho River en la fecha 9 ante Lanús, Racing en la sexta
jornada ante Lanús o Boca en la cuarta jornada.
De todos modos, este fin de semana se
alinearon los planetas para los denominados cuatro grandes –no sin discusión–
de la Argentina. En consecuencia, se acomodaron en el lote de los cinco mejores
del torneo, mientras se mezcla entre ellos el admirable Lanús de los mellizos:
River es líder con 28; el Granate es escolta con 24; Independiente suma 23;
Racing 22 y Boca suma 20.
El equipo que conduce Marcelo Gallardo
volvió a dar muestras de que se encamina como el principal favorito a quedarse
con el torneo. Dejó en el camino a Belgrano, un equipo que en buena parte del
partido recuperó su esencia fortaleciendo su defensa y complicando de a ratos
al mejor conjunto del país.
El Millonario abrió la cuenta a través de
Vangioni, producto de una acción propia de las intenciones de un equipo que
propone juego asociado, presión y ejecución en velocidad. Ariel Rojas,
trabajador en silencio y poco valorado, asistió magistralmente para que el ex
jugador de Newell´s hiciera la diferencia.
Luego Belgrano le complicó el partido y
hasta lo dominó durante quince minutos en el inicio del segundo tiempo; con
Rigoni, Pereyra y Zelarayán pudo haber igualado pero los reflejos de Barovero
lo impidieron. Luego, Teo Gutierrez exhibió su estirpe de goleador y la ventaja
fue elocuente.
Por su parte, Boca volvió a ser exigido por
el principio de acción y reacción. Se puso en ventaja producto de una acción
fortuita: el disparo de gago se desvía en el camino hacia el arco rival y se
convierte en el primer gol, pero luego de la ventaja el xeneize se durmió.
Godoy Cruz creció en su juego y dio vuelta el partido. El equipo de Arruabarrena
tuvo que entender el triunfo corría riego para volver a movilizarse. Tal como
lo hizo contra Central y otros partidos, necesitó un golpe para crecer.
Martinez y Calleri aparecieron a tiempo y el conjunto de la Ribera se sumó a
lote de los primeros.
Mientras tanto, Independiente, con
conflictos internos como la separación del plantel de Insua y las críticas
hacia el cuerpo técnico, resolvió un partido clave ante San Lorenzo, a quien
venció 2 a 1 con una perla de Montenegro y la definición del Ruso Rodríguez de
penal. El Rojo es el tercero en discordia, detrás de Lanús, casi sin habérselo
propuesto. En tanto, el Ciclón sigue en caída libre y el Patón Bauza no
encuentra el rumbo de un equipo que parece dormido en el sueño de la
Libertadores obtenida.
Por otro lado, Racing también padece, al
igual que sus primos de Avellaneda, algunos conflictos de orden intestino pero
de a poco se va deshaciendo de aquel traumático momento tras perder el clásico,
en el que Cocca era algo similar a una mala palabra para sus hinchas. Ayer,
derrotó a un conflictuado Velez por 2 a 0 con goles de Centurión, que emulando
a Palermo le pegó con las dos piernas juntas. Pero, además, contó otra vez con
la cuota goleadora de Bou, quien sigue en estado de gracia.
El torneo, como hacía tiempo que no
ocurría, vuelve a tener a los poderosos en lo más alto promediando el
campeonato. Mientras algunos piensan en que la ausencia de Grondona en la AFA,
permite que los más grandes decidan y ejecuten; otros prefieren atribuir los
méritos estrictamente a lo futbolístico y a propuestas menos mezquinas y más
ambiciosas que en otros tiempos.
La excepción en cuanto a lo ambicioso es la
propuesta de Central, el gran ganador de la fecha. Las carencias del canalla se
contrarrestaron con actitud ganadora y con un planteo táctico que no tuvo
fisuras. Central sabe cómo jugar este tipo de partidos ante Newell´s y lo hizo
visible. Russo plantó una serie de seguimientos individuales como el de Musto
sobre Bernardi y el de Berra contra Scocco y ahí le empezó a ganar el partido.
Lo cual se consumó rápidamente al sacar ventaja de dos antes del minuto
cuarenta de la primera parte.
Central está muy lejos en el campeonato y
sus prioridades son otras –Copa Argentina-. Mientras tanto, River saca pecho y
mantiene la ventaja sobre sus perseguidores, quienes de todos modos no le
pierden pisada e intentarán minarle el terreno para que el único invicto del
torneo pise algún detonador.
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