miércoles, 29 de octubre de 2014

Una espina enquistada

Los hinchas de Newell´s se manifestaron contra los jugadores por la derrota con Central. Lo hicieron colgando banderas desde adentro del campo de juego sin la oposición de ningún dirigente leproso.


Alejandro Mangiaterra| Cruz del Sur

Tras la traumática caída ante Central, el pasado fin de semana Newell´s volvió al ruedo y no pasó del empate ante Godoy Cruz. La lepra estuvo dos veces debajo en el marcador y alcanzó a igualar la línea de su rival. Ese resultado le permitió a su entrenador, Gustavo Raggio, valorar la actitud del equipo para sobreponerse a las condiciones adversas. Sin embargo, el clima que reinaba en el estadio no se vinculaba estrictamente con signos de recuperación sino más bien con signos de tensión.



Un ambiente áspero y hostil invadía cada rincón del Coloso, acuñado en las amenazantes banderas que se desplegaron desde dos horas antes del pitazo del árbitro. Con tono desafiante, algunos hinchas colgaron trapos con las siguientes inscripciones: “Nosotros alentamos, ustedes nos fallaron”, “menos Queen, más huevos”, “saquensé la camiseta”, “ningún éxito inmuniza” y “los clásicos se ganan” fueron algunas del vasto repertorio que se observó en el estadio.


Sin embargo, lo llamativo no sólo fue lo que rezaban cada una de las banderas sino los modos en que fueron colocadas. Una decena de hinchas las colgaron desde adentro del campo de juego, con total impunidad y bajo la más absoluta tranquilidad. Es evidente que si cualquier hincha promedio quisiera expresarse de ese modo no tendría el acceso libre, de ese modo estaría el césped repleto de simpatizantes. Así con todo el tiempo del mundo y sin ninguna voz ni gesto que se le oponga, estos hinchas amedrentaron a los jugadores como si se tratara de delincuentes o de deudores a quienes les caería la guillotina en la cabeza.


En ese marco, desde temprano se presagiaba una tarde movida porque sería el primer encuentro del público rojinegro con sus jugadores después del clásico. Evidentemente, las voces de los directivos tratando de calmar un poco las aguas turbulentas ante la prensa no se corresponden con la inacción observada ante el accionar de los hinchas.


Bajo esas condiciones la lepra afrontó un partido en el que volvió a cometer errores y en el que necesitó de la valía individual de algunos de sus futbolistas para no irse derrotado. Sin embargo, el entrenador destacó la reacción del equipo. Raggio utilizó los términos “fuerzas” y “esperanza” para describir su situación al frente del conjunto rojinegro.


De ese modo, el conductor afirmó que continuará en el cargo y que ve señales en los futbolistas para poder revertir una situación adversa. Sin embargo, los rumores sobre el inicio de las gestiones con otros entrenadores ya empiezan a surcar con más potencia los espacios verdes del Parque.


En abril de este año, tras el segundo de los tres clásicos perdidos, el presidente Guillermo Lorente fue víctima de un ataque a su domicilio particular. En las últimas horas, el joven señalado como responsable, integrante de la comisión del hincha, pagó una fianza de cincuenta mil pesos y quedó en libertad.


En tanto, antes del clásico hinchas leprosos apretaron en su propia casa a la familia de Fernando Barrientos, jugador canalla. Luego de la derrota del último juego volvieron a cargar contra Lorente y contra los autos de la dirigencia estacionados en el playón del parque. De más está recordar que los hinchas estuvieron a punto de matar a un policía en la previa de un clásico de verano.



Los máximos referentes institucionales de Newell´s se manifestaron apesadumbrados por otra derrota ante Central y hasta señalaron que la deuda de esta comisión sigue siendo ganar un clásico. De todos modos, es claro que la deuda no es esa, la mayor de todas es no haber podido sacarse de encima a los violentos.

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